Finalmente, ¿cómo empezar? Formular preguntas respetuosas ante un comentario hiriente; nombrar a quien no fue reconocido; ofrecer acompañamiento a víctimas de trámites hostiles; contribuir a despensas vecinales; escribir agradecimientos específicos en equipos agotados; corregir información falsa con fuentes claras. Hay precedentes inspiradores: los 'sit-ins' de Greensboro (1960) iniciados por cuatro estudiantes reencuadraron la cortesía como derecho y detonaron cambios ampliados; más cerca, las redes de refrigeradores comunitarios durante 2020 convirtieron la vecindad en política de cuidado. Repetidas, estas pequeñas rebeliones reeducan expectativas, desplazan incentivos y, como quería Hughes, ayudan a que el mundo vuelva a alinearse con la decencia. [...]