Finalmente, este proverbio nos invita a reconocernos como portadores de una montaña interior aún dormida. En épocas de crisis o cambio, el mensaje sigue siendo relevante: la fortaleza genuina surge al conectar con nuestra raíz espiritual, más allá de títulos o reconocimientos externos. Inspirados por estas enseñanzas, podemos aprender que todo desafío se convierte en oportunidad para despertar nuestro verdadero potencial y servir a quienes nos rodean con integridad. [...]