Finalmente, aplicar este enfoque en nuestra vida cotidiana nos enseña la importancia de cultivar relaciones sanas y auténticas. Más allá de medir nuestro corazón por la intensidad con la que amamos, conviene reflexionar sobre el impacto real que tenemos en la vida de los demás. Así, Morgan nos invita a buscar una reciprocidad genuina, recordándonos que la grandeza del corazón se manifiesta en los lazos que inspira. [...]