Finalmente, una vida bien vivida deja un legado ejemplar que trasciende la propia existencia. La honestidad y el trabajo perseverante de una persona mayor inspiran a jóvenes y adultos por igual, se convierten en referentes tangibles de virtud. Así, la armadura construida con esfuerzo y rectitud se transmite como herencia moral colectiva, consolidando el ideal humano que Sócrates defendía en la Atenas clásica. [...]