Finalmente, comprender que el hambre de amor resulta más difícil de erradicar nos invita a cultivar empatía y presencia emocional. Así como luchamos contra la pobreza material, es necesario combatir la indiferencia y el aislamiento. El mensaje de Madre Teresa sugiere que la verdadera generosidad radica en dar el corazón junto con el pan, forjando comunidades donde nadie pase hambre, ni del cuerpo ni del alma. [...]