Finalmente, la frase de Hugo nos interpela a todos: abrir la puerta de una escuela no sólo es labor de maestros y gobernantes, sino compromiso de toda la sociedad. Cada esfuerzo por apoyar la enseñanza y el aprendizaje, desde el hogar hasta la instancia estatal, contribuye a clausurar caminos hacia la exclusión y el castigo. Así, la educación se erige como el arma más poderosa contra la injusticia y la prisión social. [...]