Dominar el arte de la pausa implica sensibilidad y autoconocimiento. No se trata solo de interrumpir el habla, sino de percibir cuándo el silencio comunica más que cualquier palabra. Autores de manuales de oratoria y teatro, como Konstantín Stanislavski, insisten en que el silencio bien utilizado puede detener el tiempo, acentuar un significado y cambiar el curso de una conversación. En definitiva, la pausa oportuna esconde una elocuencia tan poderosa como la palabra más precisa. [...]