La solución, según Tolle y otros pensadores como Thich Nhat Hanh, radica en cultivar la presencia: vivir el momento presente sin pretensiones. Abrazar nuestra vulnerabilidad nos conecta con los demás a un nivel genuino; es en esa autenticidad donde reside la verdadera genialidad, espontánea e imposible de forzar. Así, la esperanza reaparece cuando dejamos de intentar parecer y comenzamos, sencillamente, a ser. [...]