Para cerrar esta reflexión, resulta fundamental preguntarnos cómo podemos fomentar el disfrute propio. Practicar la atención plena, dedicar tiempo a actividades significativas y cuidar nuestro diálogo interno son pasos esenciales. Al hacer del autodescubrimiento un hábito—como recomendaba Addison—abrimos la puerta a una felicidad genuina, sólida y contagiosa. [...]