Por último, si bien la lluvia puede simbolizar dificultades, también es fuente de vida y crecimiento. Del mismo modo, las adversidades que compartimos pueden transformarse en oportunidades para fortalecer el sentido de pertenencia y cooperación. Inspirados por la sabiduría de Camerún, aprendemos que las pruebas compartidas no solo humedecen todos los techos, sino que también fertilizan el terreno para la esperanza y el progreso conjunto. [...]