En definitiva, considerar el alma como arma secreta implica reconocernos como poseedores de una fuerza interna que va más allá de lo material. Esta fortaleza es cultivada a través de la reflexión, el cultivo de valores y la conexión con los demás. Al igual que Le Guin, muchos pensadores sugieren que solo accediendo a este tesoro íntimo podemos afrontar los desafíos de la vida con integridad y creatividad, manteniendo siempre encendida la chispa que nos hace humanos. [...]