Finalmente, dejar huella hoy implica documentar métodos, abrir datos y acompañar a otros en la marcha. Prerregistros en investigación, protocolos abiertos y mentores que caminan junto a novatos convierten la intención en práctica transmisible. La transparencia es la pisada que el viento no borra.
Con todo, ninguna ruta es universal. Las huellas deben adaptarse al terreno: co-diseño con comunidades, evaluación continua y humildad para corregir. Así, honramos a Nightingale: avanzamos primero con cuidado y dejamos un camino que no solo guía, sino que trata mejor a quienes vienen detrás. [...]