Finalmente, para que el no construya, conviene dotarlo de método. Primero, declare criterios previos: qué éxito buscamos y qué no haremos por ahora. Segundo, formule preguntas de diagnóstico (qué problema intenta resolver esto) antes de emitir juicios. Tercero, combine crítica con alternativa viable en el mismo gesto. Cuarto, distinga decisiones reversibles e irreversibles, como sugiere la carta de Jeff Bezos a accionistas (2016), para no frenar lo que puede iterarse. Con disciplina, la negativa deja de ser muro y se convierte en taller. [...]