Finalmente, este mensaje cobra especial relevancia en la vida contemporánea, donde la prisa y la acumulación suelen opacar el sentido. Al priorizar relaciones profundas, actividades que nos llenen y momentos de autenticidad, cada uno puede imprimir valor duradero a sus días. Así, las enseñanzas de Montaigne se actualizan y nos invitan a vivir conscientemente, centrando nuestra atención en el uso que damos a nuestro tiempo. [...]