En la práctica, pequeñas disciplinas crean grandes puentes. Una violinista que practica escalas 25 minutos diarios traduce el sueño de un concierto en precisión muscular; un colectivo vecinal que se reúne cada martes convierte el ideal de barrio seguro en patrullas, iluminación y apoyo mutuo.
Conforme estos microcompromisos se encadenan, surge el efecto compuesto: avances modestos que, semana tras semana, cambian el paisaje. Así, la visión deja de ser promesa y se vuelve camino transitado. [...]