Por último, la línea de Li invita a un gesto ético: no aferrarse al instante ni despreciarlo. La confusión es parte legítima de la experiencia; apaciguada por el tiempo, puede volverse comprensión. Prácticas contemporáneas de atención plena, como las difundidas por Jon Kabat-Zinn (1990), enseñan algo similar: registrar sin apresurar el sentido. Entre tanto, la poesía ofrece un método: sostener la ambigüedad con paciencia y precisión. Así, cuando el recuerdo llegue, encontraremos no una certeza dogmática, sino una forma más honda de verdad. [...]