La Vida Plena: Consciencia y Apreciación de Nuestros Tesoros
Creado el: 8 de mayo de 2025

Sólo podemos decir que estamos vivos en aquellos momentos en que nuestros corazones son conscientes de nuestros tesoros. — Thornton Wilder
El Valor de la Consciencia Frente a la Rutina
Thornton Wilder nos invita a reflexionar sobre la diferencia entre existir y estar realmente vivos. Es fácil dejarnos arrastrar por la rutina diaria, donde el valor de lo que nos rodea pasa inadvertido. Sin embargo, según el autor, la auténtica vitalidad surge únicamente cuando el corazón despierta a la consciencia de lo que poseemos, dándonos la oportunidad de vivir de forma más profunda y significativa.
La Gratitud como Motor de Plenitud
A partir de esta consciencia surge la gratitud. Los filósofos estoicos, como Séneca, defendían la idea de agradecer la fortuna cotidiana, pues solo así se libraban de la insatisfacción constante. La gratitud no solo intensifica nuestra felicidad sino que convierte cada instante en algo valioso y digno de ser atesorado, construyendo una experiencia de vida mucho más rica.
El Tesoro en las Pequeñas Cosas
Al enfocar la atención en nuestros 'tesoros', Wilder no se refiere necesariamente a posesiones materiales. Con frecuencia, los mayores bienes son intangibles: el afecto familiar, la amistad, la salud o incluso un rato de tranquilidad. Como muestra Marcel Proust en 'En busca del tiempo perdido', a menudo es en la evocación de un momento cotidiano donde descubrimos el verdadero valor de lo vivido.
El Corazón como Fuente de Sensibilidad
Además, el autor resalta el papel central del corazón. No basta con reconocer intelectualmente aquello que tenemos; es necesario sentirlo. Es nuestro centro emocional el que nos permite conectar profundamente con los ‘tesoros’, transformando una percepción racional en una vivencia plena. Así, la vida no solo se piensa, sino que se siente con intensidad.
Del Recuerdo a la Acción
Esta toma de conciencia, por último, inspira cambios en nuestra manera de actuar. Ser conscientes de nuestros tesoros nos impulsa a cuidarlos, a agradecerlos y a compartirlos. Siguiendo a Wilder, vivir de verdad no es una casualidad: es una decisión diaria, un acto consciente de despertar a la riqueza de nuestro presente, convirtiendo lo cotidiano en extraordinario.