La ansiedad y la ilusión de tener respuestas inmediatas
Creado el: 15 de mayo de 2025

La ansiedad ocurre cuando crees que tienes que resolver todo de una vez. — Karen Salmansohn
El origen de la ansiedad moderna
Karen Salmansohn plantea que la ansiedad surge, en gran parte, de la creencia de que debemos resolver todos nuestros problemas de manera instantánea. En una sociedad caracterizada por la inmediatez y la información constante, es fácil caer en la trampa de pensar que todo desafío requiere una solución inmediata. Esta expectativa poco realista aumenta la presión y alimenta el ciclo ansioso.
El peso de las expectativas personales
Profundizando en la experiencia personal, muchas veces la ansiedad no es producto directo de los problemas en sí, sino del peso que nos imponemos para solucionarlos al instante. Como se ve en relatos de autoayuda y testimonios recogidos por Brené Brown (*The Gifts of Imperfection*, 2010), la autoexigencia desmedida deriva en insatisfacción y preocupación crónica cuando no se alcanzan resultados rápidos.
La naturaleza de los problemas complejos
Pasando de lo individual a lo general, muchos problemas vitales requieren tiempo, paciencia y procesos graduales para resolverse. Filósofos como Seneca advertían sobre la importancia de entender la naturaleza temporal de la vida y evitar el deseo de respuestas inmediatas. Reconocer que la solución no siempre está al alcance inmediato reduce significativamente la ansiedad.
Estrategias para romper el ciclo ansioso
A continuación, una forma efectiva de mitigar la ansiedad consiste en fragmentar los desafíos en tareas más pequeñas y manejables. Psicólogos como Tim Pychyl han demostrado en estudios sobre la procrastinación que dividir los problemas permite avanzar con menor presión y mayor claridad. Así, aceptar que no todo debe resolverse hoy abre la puerta al autocuidado y al progreso realista.
Aceptar la incertidumbre como parte del proceso
Finalmente, vivir de manera más serena implica aprender a convivir con la incertidumbre. Inspirándonos en la filosofía budista y en técnicas de mindfulness, percibimos la realidad como un camino lleno de situaciones pendientes por naturaleza. Entender que no todo requiere solución inmediata nos libera del yugo de la ansiedad y nos permite disfrutar el proceso y el aprendizaje diario.