La determinación como maratón: constancia frente al impulso
Creado el: 29 de mayo de 2025

La determinación es vivir la vida como si fuera una maratón, no una carrera de velocidad. — Angela Duckworth
La metáfora de la maratón
Angela Duckworth, psicóloga reconocida por su investigación sobre la ‘grit’ o perseverancia, utiliza la poderosa imagen de la maratón para explicar la naturaleza de la determinación. Así como en una maratón se requiere mantener el paso, ahorrar energía y resistir la tentación de agotarse demasiado pronto, también en la vida el éxito depende de la constancia más que de los arranques breves y veloces.
Diferencias clave: velocidad versus resistencia
Mientras una carrera de velocidad premia la explosividad y el rendimiento inmediato, la maratón exige cuidar el ritmo y la administración de recursos. Esta comparación revela que la verdadera determinación consiste en sostener el esfuerzo, incluso cuando los resultados tardan en llegar. Duckworth, en su libro ‘Grit’ (2016), destaca que quienes triunfan a largo plazo suelen ser quienes se mantienen firmes cuando el entusiasmo inicial se desvanece.
Superar obstáculos a largo plazo
Avanzando, es importante notar cómo los obstáculos se presentan con mayor frecuencia en trayectos largos. Así como los corredores de maratón anticipan el temido ‘muro’ alrededor del kilómetro 30, en la vida y las metas personales enfrentamos momentos críticos en los que la fuerza de voluntad flaquea. La determinación, entonces, se manifiesta no evitando el cansancio, sino aprendiendo a gestionarlo y seguir adelante.
Modelos históricos de perseverancia
Este enfoque no es nuevo; biografías de líderes y artistas lo ilustran constantemente. Por ejemplo, Thomas Edison acumuló miles de fracasos antes de inventar la bombilla funcional, manteniéndose constante cuando otros habrían desistido. Las historias de éxito como la de Edison encarnan la sabiduría de tratar cada proyecto como una maratón, avanzando paso a paso pese a las adversidades.
Aprender a valorar el proceso
Finalmente, vivir como si la vida fuera una maratón nos invita a disfrutar del trayecto y no solo a buscar resultados inmediatos. Al poner en práctica la determinación a largo plazo, desarrollamos paciencia, resiliencia y una perspectiva más profunda sobre el significado del éxito. Así, aplicando la lección de Duckworth, podemos afrontar nuestras metas sabiendo que el progreso duradero exige tanto resistencia como pasión sostenida.