Finalmente, vivir como si la vida fuera una maratón nos invita a disfrutar del trayecto y no solo a buscar resultados inmediatos. Al poner en práctica la determinación a largo plazo, desarrollamos paciencia, resiliencia y una perspectiva más profunda sobre el significado del éxito. Así, aplicando la lección de Duckworth, podemos afrontar nuestras metas sabiendo que el progreso duradero exige tanto resistencia como pasión sostenida. [...]