La música: Voz de lo indecible y lo ineludible
Creado el: 17 de junio de 2025

La música expresa lo que no puede decirse y aquello sobre lo que es imposible guardar silencio. — Victor Hugo
El poder inefable de la música
Victor Hugo nos invita a reflexionar sobre el papel de la música como medio para comunicar emociones que desafían las palabras. Ante la incapacidad del lenguaje para dar forma a ciertos sentimientos profundos o experiencias trascendentales, la música se alza como un puente que une lo inexpresable con lo sensorial. Así como en las tragedias clásicas el coro traducía emociones colectivas al público, aquí la música transforma lo inefable en resonancia compartida.
Lo inadmisible del silencio
A continuación, la cita sugiere que hay verdades que, aunque calladas, exigen ser reveladas. Viktor Frankl, en 'El hombre en busca de sentido' (1946), señala cómo algunas experiencias requieren expresión para encontrar significado. En este contexto, la música se convierte en la única válvula posible, evitando el silencio opresor frente a aquello que resulta insoportable callar.
La música a través de la historia
Históricamente, las melodías han articulado el sentir colectivo allí donde las palabras fallan, como en los himnos de resistencia o en los cánticos espirituales de comunidades perseguidas. Por ejemplo, los espirituales afroamericanos expresaron sufrimiento y esperanza al margen de la expresión verbal directa, cumpliendo así la función que Hugo describe: decir lo que no se podía decir, pero tampoco callar.
La experiencia personal del oyente
En la experiencia individual, la música ayuda a procesar emociones complejas. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Sussex (2014) reveló que escuchar música durante momentos de duelo ayuda a canalizar el dolor y la nostalgia sin la presión de verbalizar las propias sensaciones. Así, entre el silencio y la palabra, la música suplanta el vacío comunicativo con su potencia evocadora.
El valor universal y terapéutico de la música
Finalmente, la universalidad de la música le otorga un valor terapéutico y social incomparable. Sesiones de musicoterapia, ampliamente reconocidas en el campo de la salud mental moderna, utilizan la música para ayudar a los pacientes a exteriorizar sentimientos reprimidos. En este sentido, Hugo acierta al identificar en la música una herramienta esencial para expresar y transformar todo aquello que, por su peso o profundidad, nunca encontraría sosiego en el mutismo absoluto.