Transformando el Miedo en Motor para la Acción
Creado el: 1 de julio de 2025

El miedo es un visitante: invita a la acción a ser su anfitrión permanente. — Naomi Klein
El miedo como impulso inicial
Naomi Klein, reconocida periodista y activista, nos plantea que el miedo, aunque incómodo, llega a nosotros como un visitante temporal. En momentos de incertidumbre, este sentimiento puede ser paralizante, pero también tiene la capacidad de movilizar. A través de la historia, el miedo ha sido un catalizador para cambios tanto personales como sociales; su presencia nos advierte de amenazas reales o percibidas y nos prepara para responder.
De la parálisis a la acción transformadora
Sin embargo, Klein nos advierte que el peligro radica en dejar que el miedo permee nuestras vidas de forma permanente. Si lo alimentamos y dejamos que dicte nuestras decisiones, nos convertimos en sus anfitriones, renunciando a nuestra capacidad de actuar libremente. Es aquí donde la autora nos mueve a considerar el miedo no como un fin, sino como un punto de partida para la acción transformadora.
Ejemplos históricos de miedo constructivo
Analizando situaciones históricas, vemos cómo movimientos sociales han canalizado el miedo hacia el cambio positivo. Por ejemplo, durante la Gran Depresión, el temor al desastre económico condujo a la creación de redes de seguridad social. Martin Luther King Jr. también hablaba de la necesidad de transformar el temor en valor colectivo, usando la amenaza sentida como plataforma para la resistencia y el progreso (King, ‘Why We Can’t Wait’, 1964).
Vulnerabilidad y resiliencia emocional
Al profundizar, observamos que aceptar el miedo como visitante requiere reconocimiento de nuestra vulnerabilidad. La psicóloga Brené Brown argumenta que la valentía no consiste en no sentir miedo, sino en actuar a pesar de él (‘Daring Greatly’, 2012). Esta perspectiva fomenta la resiliencia emocional: al hospedarnos solo temporalmente al miedo, le restamos poder y ganamos perspectiva sobre nuestras reacciones.
Convertir el miedo en aliado
Finalmente, la enseñanza central de Klein reside en convertir el miedo en aliado estratégico. Cuando lo recibimos con atención, escuchamos su llamado a proteger lo que valoramos y a adaptarnos ante nuevos desafíos. Así, en lugar de temer al visitante, elegimos qué hacemos con su presencia: tomar acción, innovar y crecer, evitando que se convierta en el huésped permanente que detiene nuestro avance.