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El yo auténtico: Dándole forma visible al alma

Creado el: 5 de julio de 2025

El yo auténtico es el alma hecha visible. — Sarah Ban Breathnach
El yo auténtico es el alma hecha visible. — Sarah Ban Breathnach

El yo auténtico es el alma hecha visible. — Sarah Ban Breathnach

Definiendo el yo auténtico

En la cita de Sarah Ban Breathnach, encontramos la premisa de que el yo auténtico es más que una máscara social; representa la manifestación concreta del alma interior. Esta idea sugiere que ser auténtico implica aceptar y expresar aquellos aspectos más profundos de nuestro ser, sin temores ni artificios. Así, Breathnach nos invita a mirar hacia dentro para descubrir nuestra verdad fundamental y exteriorizarla con integridad.

El alma como núcleo de identidad

Siguiendo este hilo, muchas tradiciones filosóficas y espirituales han considerado el alma como el núcleo inmutable de la identidad. Platón, por ejemplo, en su obra *Fedón* (c. 360 a.C.), defendía la idea de que el alma es la esencia verdadera de la persona. Cuando el alma se hace visible, como postula Breathnach, surge una coherencia entre lo que sentimos y lo que mostramos al mundo, favoreciendo relaciones más genuinas y plenas.

Dificultades para mostrar nuestra autenticidad

A pesar de su importancia, expresar el yo auténtico puede ser complicado. Desde la niñez, aprendemos a moldear nuestras palabras y acciones según las expectativas sociales. Esta discrepancia entre el ser interno y el externo crea una tensión, como Freud menciona en su análisis sobre el ‘yo’ y el ‘superyó’ (*El yo y el ello*, 1923). La autenticidad, entonces, requiere valor para trascender esas presiones, mostrando al mundo quienes realmente somos.

El impacto de la autenticidad en la vida cotidiana

A medida que desarrollamos la capacidad de ser auténticos, nuestras decisiones y relaciones se vuelven más alineadas con nuestras convicciones más profundas. Estudios psicológicos recientes sugieren que las personas que viven de acuerdo a sus valores reportan mayor bienestar y satisfacción vital (Kernis & Goldman, 2006). Por tanto, hacer visible el alma no solo fortalece nuestra identidad, sino que también contribuye positivamente a nuestro entorno.

La autenticidad como viaje continuo

Finalmente, vivir desde el yo auténtico es un proceso evolutivo. Las experiencias y los desafíos nos invitan a regresar una y otra vez a esa voz interior. Así como Sarah Ban Breathnach plantea, cada día es una oportunidad para permitir que el alma brille y se exprese libremente. En última instancia, la autenticidad se convierte en un acto de amor propio y de presencia genuina ante los demás.