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Cómo Liberarnos del Pasado para Vivir Plenamente

Creado el: 20 de julio de 2025

Cuando el pasado llame, déjalo ir al buzón de voz. — Bangambiki Habyarimana
Cuando el pasado llame, déjalo ir al buzón de voz. — Bangambiki Habyarimana

Cuando el pasado llame, déjalo ir al buzón de voz. — Bangambiki Habyarimana

La metáfora del buzón de voz

La cita de Bangambiki Habyarimana utiliza una imagen moderna y cercana: dejar que el pasado ‘vaya al buzón de voz’. Así como filtramos llamadas no deseadas en la vida digital, esta metáfora sugiere que no debemos responder automáticamente a los recuerdos o viejas heridas. El pasado puede llamar insistentemente, pero no tenemos obligación de atender cada vez que quiera recordarnos su presencia.

La influencia persistente del pasado

Sin embargo, rechazar la llamada del pasado no significa ignorarla por completo. Nuestra historia personal moldea quiénes somos, como exploró Sigmund Freud al hablar del peso de la infancia en el desarrollo adulto. Los recuerdos pueden surgir inesperadamente, invitando a una introspección necesaria o reviviendo emociones que creíamos superadas.

El riesgo de vivir anclados en lo antiguo

Si respondemos a toda llamada del pasado, corremos el riesgo de quedarnos atrapados en ciclos de culpa o arrepentimiento. La literatura está repleta de personajes que no logran avanzar por vivir en el ayer; en 'Cien años de soledad' de Gabriel García Márquez, los Buendía son incapaces de romper con los viejos patrones, condenándose a la repetición. Así, no filtrar esos recuerdos puede limitar nuestro crecimiento.

El acto de elegir el presente

Aprender a dejar ‘en espera’ los mensajes del pasado nos abre al valor del presente. El budismo, por ejemplo, enseña la importancia de la atención plena, invitando a soltar apegos antiguos para experimentar el aquí y el ahora. Priorizar el presente permite establecer nuevas rutinas más saludables, en lugar de reaccionar de forma automática a viejos ecos.

Transformar los recuerdos en lecciones

Por último, filtrar lo que nos llega del pasado es también una forma de tomar control sobre nuestra narrativa. No se trata de negar nuestras experiencias, sino de elegir qué aprendizajes conservar y cuáles dejar atrás. Así como vaciamos el buzón de voz de mensajes inútiles, podemos revisar el pasado de forma consciente, rescatando solo aquellos recuerdos que nutran nuestro bienestar y evolución personal.