Site logo

El Valor Ético de Desear el Bien Según Cicerón

Creado el: 21 de julio de 2025

Desear el bien es ser bueno. — Marco Tulio Cicerón
Desear el bien es ser bueno. — Marco Tulio Cicerón

Desear el bien es ser bueno. — Marco Tulio Cicerón

La Esencia de la Bondad en el Pensamiento Clásico

Cicerón, en su conocida frase, nos lleva al corazón del pensamiento moral romano: la bondad nace del deseo sincero de actuar bien. En su obra ‘De Officiis’ (44 a.C.), el célebre orador insiste en que la virtud no depende únicamente de las acciones visibles, sino de la intención interna que motiva esos actos. Así, querer el bien, aunque aún no se concrete en hechos materiales, es en sí mismo una manifestación de la verdadera bondad.

Intención Moral Frente a la Acción

Sin embargo, este enfoque plantea un interesante dilema sobre la ética de la intención versus la acción. Para Cicerón, y para varias tradiciones filosóficas posteriores, lo que hace bueno a un acto no es sólo el resultado exterior, sino la pureza de la intención. San Agustín, siglos después, desarrolla esta noción en Confesiones, subrayando que el deseo de bondad debe guiar al individuo incluso cuando las circunstancias no permiten materializarlo.

El Ejemplo en la Vida Cotidiana

Trasladando estas ideas al día a día, podemos observar cómo incluso en gestos modestos—como querer ayudar a un amigo o desear el bienestar ajeno—reside una semilla de bondad genuina. Estos deseos, aunque no siempre se traduzcan en grandes acciones, moldean el carácter y preparan el terreno para contribuir positivamente al entorno. Así, la bondad se legitima tanto en el corazón como en la conducta.

Perspectivas Contemporáneas sobre la Bondad

Avanzando hacia el presente, la psicología moral contemporánea respalda la visión de Cicerón al señalar que la empatía y la disposición al bien predicen comportamientos altruistas. Investigadores como Daniel Batson han mostrado que la motivación empática es clave: desear el bien hacia otros es un determinante real de acciones prosociales, confirmando el profundo vínculo entre intención y virtud ética.

Construyendo una Sociedad Justa a Través del Bien Común

En última instancia, el pensamiento de Cicerón nos recuerda que una sociedad justa y armónica se funda en ciudadanos que cultivan el deseo genuino del bien común. Cuando la bondad se elige desde la intención, florecen acciones que transforman la vida social y política. Así, el legado ciceroniano perdura, inspirándonos a aspirar primero al bien en pensamiento, como preludio indispensable de toda buena obra.