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Descubriendo Verdades Profundas a Través de la Quietud

Creado el: 22 de julio de 2025

En la quietud, se revelan las verdades más profundas. — Seng-ts’an
En la quietud, se revelan las verdades más profundas. — Seng-ts’an

En la quietud, se revelan las verdades más profundas. — Seng-ts’an

La Quietud como Portal Interior

Seng-ts’an, tercer patriarca del budismo zen, nos invita a considerar la quietud no solo como ausencia de ruido, sino como un estado que abre puertas internas hacia el autoconocimiento. En medio de nuestras rutinas agitadas, detenernos puede parecer improductivo; sin embargo, es precisamente en este silencio donde las capas superficiales de la mente se disipan, permitiendo que emergan nuevos significados.

El Legado Zen de la Contemplación

A lo largo de la historia del zen, la quietud ha sido vista como la base de la sabiduría. En textos como el *Hsin Hsin Ming*, atribuido a Seng-ts’an, se destaca repetidamente la importancia de acallar el pensamiento discursivo para que aflore una comprensión directa y sin filtros de la realidad. En este sentido, la enseñanza de Seng-ts’an enlaza con prácticas meditativas que buscan silenciar el ruido interno para alcanzar claridad.

La Verdad Más Allá de las Palabras

Siguiendo esta tradición, la filosofía oriental enfatiza que algunas verdades—las más profundas—no pueden articularse completamente en palabras. En lugar de buscar respuestas externas, la quietud nos permite experimentar estas verdades directamente. Así, como relata la anécdota zen de Buda levantando una flor en silencio, el entendimiento genuino muchas veces trasciende lo verbal.

Paralelos en la Filosofía Occidental

Esta visión no es exclusiva de oriente; en la filosofía occidental, pensadores como Pascal reconocieron que ‘toda la desgracia del hombre proviene de no saber quedarse quieto en una habitación’. Ambos legados coinciden en que el recogimiento interno abre paso a una verdad más esencial que la obtenida a través del mero razonar.

Aplicando la Quietud a la Vida Moderna

Finalmente, la sabiduría de Seng-ts’an cobra una relevancia renovada en la actualidad. Frente a distracciones constantes y sobrecarga de información, cultivar la quietud—mediante la meditación o simples pausas diarias—favorece no solo el bienestar, sino también una percepción más profunda de uno mismo y del entorno. En la serenidad, tal como sugirió el patriarca zen, se revelan las verdades que nos guían realmente.