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Ansiedad y Futuro: La Ineficacia de Preocuparse

Creado el: 1 de agosto de 2025

Ninguna cantidad de ansiedad hace ninguna diferencia en lo que vaya a suceder. — Alan Watts
Ninguna cantidad de ansiedad hace ninguna diferencia en lo que vaya a suceder. — Alan Watts

Ninguna cantidad de ansiedad hace ninguna diferencia en lo que vaya a suceder. — Alan Watts

La Trampa Mental de la Ansiedad

Alan Watts apunta a una verdad inquietante: la ansiedad no cambia el desenlace de los acontecimientos futuros. Esta emoción, aunque aparentemente necesaria, solo existe en la mente y se alimenta de nuestras proyecciones sobre lo que podría ocurrir. Como resultado, quedamos atrapados en ciclos de preocupación que consumen nuestra energía sin ofrecernos ninguna ventaja real sobre el porvenir.

El Futuro, Más Allá de Nuestro Control

Enlazando con esta reflexión, el futuro es inherentemente incierto y, la mayoría de las veces, está fuera de nuestro alcance de control. Watts sugiere, al igual que el estoicismo clásico (por ejemplo, Epicteto en sus ‘Disertaciones’), que dedicar tiempo a la preocupación es invertir recursos internos en una causa perdida antes de que siquiera se haya presentado. Esta comprensión invita a una actitud de aceptación y humildad ante la vida.

El Costo Emocional de Anticipar Problemas

Asimismo, el hábito de anticipar problemas engendra, paradójicamente, un verdadero sufrimiento en el presente. Al proyectar temores hacia lo desconocido, nuestro cuerpo y mente sufren los efectos de la ansiedad sin que nada concreto haya sucedido aún. Así lo demuestran investigaciones recientes sobre el estrés, como los estudios de Robert Sapolsky, donde se observa que el estrés psicológico puede ser tan dañino como el físico incluso en ausencia de un peligro real.

Sabiduría de la Presencia Plena

Frente a la inutilidad de la ansiedad, Watts—como tantos pensadores orientales—propone el valor de la atención plena. Mediante prácticas como la meditación, podemos reconectar con el momento presente, reduciendo la influencia de pensamientos ansiosos. Esta enseñanza se refleja en tradiciones como el mindfulness budista, donde se cultiva la aceptación consciente de la incertidumbre, lo que libera al individuo del peso imaginario de los futuros posibles.

Vivir con Serenidad Frente a la Incertidumbre

Finalmente, integrar estos aprendizajes nos lleva a una vida más serena y receptiva. En vez de resistir la incertidumbre, adoptamos una postura de apertura y confianza en el fluir de los acontecimientos. Así, como concluye Watts y sostienen filósofos afines, aprendemos que la única respuesta sana ante lo inevitable es la aceptación: dejar ir la ansiedad y actuar con sensatez desde el presente, entendiendo que el futuro siempre será, por naturaleza, incierto.