Más allá de las herramientas del amo
Creado el: 10 de septiembre de 2025

Las herramientas del amo nunca desmantelarán la casa del amo. — Audre Lorde
Un aviso contra la ilusión reformista
Desde el inicio, la sentencia de Audre Lorde desarma una esperanza cómoda: no basta con mejorar un sistema para hacerlo justo. En su ensayo The Master’s Tools Will Never Dismantle the Master’s House, presentado en 1979 y recogido en Sister Outsider (1984), Lorde afirma que las estructuras opresivas se preservan precisamente cuando solo admiten cambios superficiales. Así, la metáfora de la casa y las herramientas revela un principio político: si el fundamento es desigual, cualquier arreglo sobre ese piso refuerza la arquitectura que lo sostiene.
Qué significan las herramientas y la casa
A continuación, Lorde precisa que las herramientas aluden a normas, lenguajes y procedimientos que naturalizan la jerarquía: tokenismo, neutralidad fingida, méritos definidos por el centro y la invitación a hablar sin decidir. En el mismo texto, denuncia haber sido convocada para legitimar una agenda que seguía excluyendo a mujeres negras y lesbianas. La casa, por su parte, es el entramado institucional que organiza saber, recursos y prestigio. Cuando esas reglas no se discuten, la diversidad deviene decoración; cuando se cuestionan, emerge la posibilidad de rediseñar el edificio.
Interseccionalidad antes del nombre
Luego, su diagnóstico anticipa un marco que después tendría nombre propio: la interseccionalidad. Kimberlé Crenshaw (University of Chicago Legal Forum, 1989) mostró cómo la ley invisibilizaba a mujeres negras al tratar raza y género por separado. Del mismo modo, Lorde advierte que luchar solo desde una identidad dominante reproduce la ceguera de origen. En sintonía, bell hooks, en Feminist Theory: From Margin to Center (1984), argumenta que centrar los márgenes cambia preguntas, métodos y metas. De esto se sigue que la herramienta decisiva es quién define el problema.
Lecciones de movimientos que cambiaron el guion
De este modo, los avances más hondos surgieron cuando se inventaron herramientas nuevas. El Combahee River Collective Statement (1977) articuló una política negra lesbofeminista que no pedía permiso al centro académico. Las revueltas de Stonewall (1969) mostraron que la irrupción comunitaria podía abrir puertos políticos que el lobby negaba. Y la Carta desde la cárcel de Birmingham (1963) de Martin Luther King Jr. defendió la acción directa como palanca ética. Estos episodios sugieren que la eficacia nace al alterar rutas, no solo velocidades.
Imaginación, eros y saber poético como recursos
Ahora bien, no se trata de destruir sin crear. Lorde propone cultivar fuentes de conocimiento que el amo no puede administrar: el eros como poder afirmativo (Uses of the Erotic, 1978) y la poesía como necesidad de pensamiento (Poetry Is Not a Luxury, 1977). En la misma línea, Paulo Freire en Pedagogía del oprimido (1968) vincula conciencia crítica y praxis transformadora. Así, imaginación y deseo informado se vuelven herramientas insurgentes: orientan lo que aún no existe y sostienen el valor de encarnarlo.
Prácticas para construir otra casa
Finalmente, llevar la tesis a la práctica implica rediseñar reglas, no solo agregar sillas. Esto incluye co-gobernanza con comunidades afectadas, presupuestos participativos, transparencia salarial, evaluaciones colectivas, reparación material, lenguas y accesibilidades múltiples, y currículos decoloniales. Además, las cuotas deben estar vinculadas a poder real y rendición de cuentas; la formación en sesgos, a cambios en contratación y desinversión de prácticas excluyentes. Cuando se mueven recursos, criterios y decisiones, la metáfora se invierte: las herramientas dejan de ser del amo porque la casa deja de ser suya.