Por último, sostener el amor requiere decir la verdad y poner límites. hooks insiste en que respetar la dignidad propia y ajena implica nombrar lo que duele, pedir cambios y aceptar consecuencias. Harriet Lerner describe cómo los límites saludables no castigan: clarifican responsabilidades y hacen posible la cercanía (The Dance of Connection, 2001). Pedir perdón, hacer restitución y ajustar conductas son actos de amor porque privilegian la realidad sobre la apariencia. Así, el coraje de la honestidad preserva el vínculo; sin él, el sentimiento se agota y la acción amorosa se desvanece. [...]