Por último, unir manos no es una estrategia blanda, sino una apuesta por la resiliencia. Comunidades interdependientes amortiguan crisis y sostienen avances en el tiempo. Así, la invitación es clara: mientras asciendes, conviértete en andamio para otros. Porque el progreso, cuando se comparte, deja de ser línea frágil y se vuelve tejido duradero. [...]