Finalmente, para pasar de la idea a la acción, conviene un guion breve: elige una causa cercana; haz inventario de habilidades; define un compromiso específico con intención de implementación (‘si es martes 7 p.m., entonces mentoría virtual’, Gollwitzer, 1999); busca aliados; y evalúa cada 90 días.
Estas prácticas convierten la dignidad abstracta en contribución concreta. Tal como sugiere Goodall, cuando cada quien actúa desde su lugar, el nosotros se vuelve posible. [...]