Finalmente, la clave es la sostenibilidad: hábitos pequeños que resisten el vaivén de los días. El método de Jerry Seinfeld —“no rompas la cadena”— funciona porque premia la continuidad, no la perfección: una frase, una figura, una prueba de concepto cada día. Annie Dillard lo resumió en “The Writing Life” (1989): “Cómo pasamos nuestros días es, por supuesto, cómo pasamos nuestras vidas”. Si se cae, se retoma al día siguiente sin deuda moral. Con el tiempo, la balanza se inclina de modo natural: consumimos con criterio porque tenemos algo entre manos; creamos más porque, al hacerlo, nos convertimos en la clase de persona que crea. [...]