Por último, la reflexión de Watts invita a reconsiderar nuestra actitud: ¿y si pudiéramos mirar la vida con la misma creatividad y desapego con que, según él, fue concebida? Integrar el humor y la perspectiva de juego no solo reduce el sufrimiento, sino que nos conecta con una profundidad espontánea y gozosa. Esta reinterpretación constituye un camino hacia la libertad interior y hacia una existencia menos pesada y más auténtica. [...]