Por último, construir relatos equitativos exige métodos concretos: triangulación de fuentes (orales, materiales y escritas), coautoría con comunidades, traducción multilingüe, y devolución de resultados en formatos accesibles. También demanda una ética del consentimiento y la escucha, para que la participación no sea meramente simbólica.
Evitar el péndulo opuesto —romantizar al león— es igualmente crucial. La meta no es invertir hegemonías, sino complejizar la caza. Cuando múltiples voces se entrelazan, la historia deja de glorificar a uno solo y comienza a iluminar la trama donde cazadores y leones, por fin, se reconocen y se narran. [...]