Finalmente, lo que se sostiene se mejora. Se define un par de métricas de resultado y de proceso—por ejemplo, aumento de participación y número de iteraciones mensuales—y se revisan en cadencias cortas. Se suele decir que lo que se mide se gestiona; aquí, lo medido no es el mérito de la intención, sino el cambio observado. Un cierre útil de cada ciclo pregunta: ¿qué mantener, qué cambiar, qué abandonar? Así, la conversación vuelve a la acción con más claridad y, como quería hooks, la solución gana prioridad sin silenciar la reflexión. [...]