La atribución del proverbio a culturas asiáticas evoca la filosofía de la flexibilidad, como la del bambú, que se dobla pero no se rompe. En el *Tao Te Ching*, Lao-Tsé aconseja: 'El hombre verdaderamente fuerte es el que sabe ser suave', subrayando que la fuerza real reside en la adaptabilidad (Lao-Tsé, *Tao Te Ching*, c. siglo VI a.C.). [...]