Finalmente, la metáfora de Pratchett invita a abrazar la incertidumbre y aceptar que nunca tendremos la película completa. En lugar de buscar una comprensión absoluta, podemos aprender a disfrutar el misterio y sorprendernos con los giros inesperados. Tal como muchos críticos cinematográficos sugieren, buena parte del placer de una película está en dejarse llevar por la trama y reinterpretar lo que vemos —así también transcurre la vida, entre descubrimiento constante y adaptación. [...]