Finalmente, este proverbio ofrece una enseñanza vigente hoy: en tiempos de redes sociales y sobreexposición, cultivar la prudencia sigue siendo esencial, pero también lo es desarrollar la capacidad de ‘ver’ con el corazón, leyendo entre líneas y comprendiendo el sentir del otro. Así, la frase nos invita a buscar un equilibrio entre proteger nuestras palabras y abrir nuestros sentimientos, construyendo relaciones más auténticas y profundas. [...]