No obstante, humanizar el mal tampoco debe conducir a justificarlo. El equilibrio radica en reconocer la complejidad de las causas sin eximir de responsabilidad a quienes dañan a otros. Como advierte la psicóloga Martha Nussbaum (‘La fragilidad del bien’, 1986), entender los motivos profundos del mal puede ser un primer paso para erradicarlo, siempre que no perdamos de vista la protección de las víctimas. [...]