El Estrés: Querer Estar Donde No Estamos
Creado el: 17 de julio de 2025

El estrés es causado por estar ‘aquí’ pero querer estar ‘allí’. — Eckhart Tolle
La raíz del estrés según Tolle
Eckhart Tolle resume en su frase la clave del estrés moderno: una disonancia entre el presente en el que nos encontramos y el lugar —físico, mental o emocional— al que deseamos llegar. Esta tensión interna surge al rechazar el momento actual, anhelando un futuro o situación diferente, lo que genera ansiedad y malestar.
El Now como antídoto
En su obra ‘El poder del ahora’ (1997), Tolle sostiene que la atención plena al presente es la vía hacia la calma. Según él, cuando volvemos nuestra conciencia al aquí y ahora, el peso de querer estar en otro lugar se disuelve. Así, conceptos como mindfulness —practicados desde el budismo zen hasta la psicoterapia moderna— refuerzan la importancia de habitar el presente para reducir la sensación de estrés.
El impacto del desarraigo mental
Al analizar cómo estar ‘allí’ mentalmente afecta nuestro bienestar, vemos que permanecer anclados en futuros hipotéticos limita nuestra capacidad de disfrutar y gestionar el presente. Por ejemplo, trabajadores que sueñan constantemente con las vacaciones suelen experimentar más insatisfacción diaria, como lo revelan encuestas recientes en entornos laborales.
Ejercicios para reconciliar el aquí y el allí
Justamente, prácticas como la respiración consciente o la meditación guiada pueden ayudar a cerrar la brecha entre el ‘aquí’ y el ‘allí’. Estudios publicados en la revista "Mindfulness" (2016) evidenciaron que dedicar unos minutos a observar las sensaciones del cuerpo reduce notablemente los niveles de estrés en estudiantes antes de exámenes, devolviéndoles la perspectiva y la calma.
Aceptar el presente para transformar el futuro
En definitiva, el mensaje de Tolle invita a reflexionar: sólo a partir de la aceptación del presente podemos construir un futuro distinto. Al dejar de resistir dónde estamos, ganamos serenidad y claridad para tomar decisiones más efectivas. Así, la paz interior que buscamos ‘allí’ comienza a gestarse justamente ‘aquí’, en el único momento real que poseemos.